3 de noviembre de 2008

Ser mina..

Decía Aereal..-. “Lo más triste para mí, es darme cuenta que la mujer con la que estoy es MINA.
Todas tarde o temprano, dan muestra de su minismo.
Busquen al azar y verán..”
* * *
La primera vez que leí este post me molestó mucho. Me chocó y produjo un rechazo infinito. Incluso-confieso- sentí odio..
..Hasta que tuve que pasar una semana de altibajos y contradicciones… Fue entonces que entendí el significado de
SER MINA..-.

Antes de seguir, quiero dejar muy en claro que NO soy fan del feminismo NI del machismo. Considero que los extremos no son beneficiosos … Prefiero los equilibrios..

Ahora, bien..en esta semana que comentaba al principio, en donde los sentimientos y sensaciones se fueron en picada hasta llegar al “pulso cero” (flatline..) y luego volvieron a subir en un impulso de cuerda locura, logré encontrar un catalejo borroso.. Traté de situarme en el medio de la balanza … encontrar el equilibrio entre la vida real y la teoría que llamé NO SEAS MINA!.. Clásicas situaciones y reclamos por las que todas las mujeres (y digo
TODAS, sin excepción..), transitamos en algún momento de nuestro existir…
* Preguntas tales como:
# ¿en qué estás pensando?
#
¿por qué no me llamaste?
#
¿por qué te demoraste en atender?
#
Cuando dijiste que ibas a cambiar un foco..¿Qué quisiste decir, en realidad?...

* Conclusiones inconclusas como..:
# Hasta el 3º día no lo llamo ni le escribo, para que no piense que…
(Qué!?...)

#
Siempre dejarlo con una frase a medias, para que se quede pensando… (pensando en qué?!)

# Siempre discutir todo y tener la última palabra.. (¿?)

#
Hacerlo sufrir…por las dudas.. (cuac!)


Vamos, chicas.. NO SEAN MINAS!.. Sigan al pie de la letra estos clichés y lograrán muchas razones para espantar a cualquiera..

Por ejemplo..si el flaco con el que estas saliendo se va de trekking a la montaña, y no nos llama en 3 días, nuestra “alarma de mina” empezará a sonar con preguntas como..
- ¿le habrá pasado algo?
- ¿con quién se fue?
- Quedó en mandar un sms ¿qué hago, le escribo yo? ¿o le molestará?

Y con cada pregunta, nuestros nervios se descalabran más y más..la angustia crece y la autoestima baja directo al subsuelo 30..
Pero
NUNCA, JAMÁS
se nos ocurriría pensar que en el segundo día de trekking, el flaco se quedó sin batería, o no tiene señal..

Ahí debería decir NO SEAS MINA!..

Entonces, lo ideal sería reconocer estas “actitudes de mina”, estas preocupaciones en vano, estos enrosques imposibles… y empezar a disfrutar cada momento..
Llamar si tenemos ganas de llamar, o escribir sin tener en cuenta quién escribió último..

Pero entonces, los tipos deberían tener la obligación de reconocer sus “actitudes de TIPO”
..¿no?
Dejar de jugar con nuestro tiempo y con nuestro cariño.. Basta! de histeriqueos varios.. Si de verdad no les interesa tanto saber de nosotras, que tengan la delicadeza de aclararlo, así vamos ahorrando tiempo…
Y
cuidar lo que dicen, porque si no estamos atentas, podríamos tener una
“actitud de mina” … y CREERLES!!

En definitiva, terminé dándole la razón a Aereal…”las minas, tarde o temprano damos muestra de nuestro minismo…”
PERO esto es simplemente, porque es inherente a nuestro género, a nuestra mujerez, a nuestra genética..
Es parte del juego de seducción…de otro modo
ustedes ¿qué harían?


2 comentarios:

  1. Aerea desde Montreal Dice,
    pastel...
    quiero decirte que la descripción de las mineces que las minas hacen se limitó solamente a las amables y hasta simpáticas.
    Lamentablemente la lista es muuuuuuuuuuuucho más large y varias veces más agridulce o, más bien, amarga.

    Te mando un beso grande.

    Aereal

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  2. WOW!
    Cuántas mineces-verdades, Carolina. Tenés mucha razón: es inherente a nuestra naturaleza mujeril, casi como nuestra quintaesencia. Porque seamos sinceras: ¿no te sentirías rara si "él" te manda un sms y le contestaras así como así, sin plantear infinidades de hipótesis? y en fin, esto lo trasladamos a las más variadas situaciones y ahí lo tenemos: nuestra mujerez, como bien decís.
    En fin, no nos queda más que disfrutar de nuestras mineces y reírnos cuando ellos ponen cara de "¿qué pasa por esa cabeza? Dios mío!".
    Porque a fin de cuentas, de eso se trata: de un juego (alguna vez jugaste al TEG? cuántas similutudes...).
    Ya estamos en la cancha, juguemos!
    Au revoir!

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